Tradicionalmente los brackets y los arcos dentales han sido los elementos utilizados por el ortodoncista para el alineamiento y corrección de las malposiciones dentales. Previamente se usaban unas bandas cementadas a cada diente hasta que el diseño y la ingeniería introdujeron los ya nombrados brackets. En los últimos años se ha vivido una nueva actualización al introducirse un nuevo medio por el cual podemos mover los dientes: los alineadores invisibles.
Los alineadores invisibles han sufrido un incremento en su uso en los últimos años. Ello se debe a la mayor demanda de estética por parte del paciente, y a una mejora a lo largo de los años de estos aparatos, pudiendo solamente alinear los dientes en los primeros diseños que salieron, a poder abarcar gran cantidad de maloclusiones hoy en día.
Este nuevo avance en la corrección de las maloclusiones no implica un menor desconocimiento en las áreas de diagnóstico y planificación del tratamiento de las alteraciones oclusales. Seguimos hablando de aparatos que mueven dientes y por lo tanto el seguimiento ha de ser supervisado por un ortodoncista cualificado.
Entre las ventajas de este nuevo aparato ya se ha mencionado la estética. La facilidad de su uso al ser removible y la mayor comodidad del paciente al llevarlo en boca al producir menos heridas y aftas bucales, son otras de las muchas razones por las que este aparato ha aparecido para quedarse en el consultorio dental.
Otro aspecto no menos importante es la higiene durante el tratamiento ortodóncico. Los tradicionales brackets junto con los arcos y las ligaduras requieren de una higiene muy exhaustiva al retener más placa y comida entre sus engranajes. En casos donde la higiene es deficiente puede desarrollarse la conocida como “mancha blanca”, que no es más que una descalcificación del esmalte de aspecto blanquecino precursora de la caries. Con los alineadores invisibles la dificultad de la higiene se ve disminuida debido a que pueden ser retirados de la boca.
Es importante tener en cuanto que al tratarse de un aparato ortodóncico se han de seguir unas instrucciones indicadas por el profesional. A pesar de las mejoras en cuanto a la autonomía del aparato, este no debe usarse sin vigilancia y sin citas protocolizadas ya que corremos el riesgo de empeorar o lesionar los tejidos dentales y adyacentes.
No hay que olvidar que hablamos de mover dientes, y por lo tanto aunque usemos alineadores invisibles, se han de tener en cuenta muchos factores para el resultado sea el más satisfactorio posible.